Sangre para el pueblo. Pan y circo. Morbo, infamia, codicia y muerte. Messías y Farruquitos beatificados para distraer a un pueblo de la ruina que le acecha por la espalda, que incluso le mira de frente.
No hay dolor, no hay sufrimiento, tan sólo expectación, curiosidad y lujuria a través de la caja tonta. Soy Javier, Taril, Vladimir, Li Wen o Mustafá. Traigo sangre, dolor y muerte para las conciencias dormidas, obesas de ignorancia.
Traigo bombas para las mentes ausentes, para loa espíritus ciegos y sordos que no quieren ver la realidad que se refleja en sus espejos cada mañana. Traigo la salvación para las almas perdidas en los laberintos de la indiferencia.